El sábado nos reunimos los Acuarelistas de la Agrupación en este lugar con muchas ganas y todos los bártulos. El caso es que el tiempo de pintura, dos horas más o menos, la alta humedad y lo laborioso del dibujo pudieron conmigo y llegue a casa bastante fustrada con la obra en este estado. La cuelgo pues lo prometí a alguien a quien quiero mucho.
Ya no la voy a tocar en casa prefiero empezar otra.