Aunque hace tiempo que no subo paisaje al blog sigo saliendo a pintar, unas veces con más acierto que otras, un par de veces a la semana.
Esta mañana hemos estado en la Alameda, mientras mis compañeros pintaban la hermosa Fuente de las Cuatro Estaciones, yo me conformaba con intentar pintar la luz que reflejaba la Llama Rotatoria, un pequeño monumento de acero cercano a la fuente. Y al fondo muchos coches, ruido y el edificio de La Pagoda.